Estudiar para las pruebas puede ser difícil y a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar.
Pero existen estrategias para mejorar tu memoria, los niveles de concentración e incluso tu estado de ánimo.
Reunimos una gran cantidad de investigaciones realizadas por neurocientíficos, psicólogos y nutricionistas, así como sabias recomendaciones de profesores universitarios, maestros y estudiantes, y hemos dado con algunos consejos importantes.
Date suficiente tiempo para estudiar
No lo dejes para el último minuto. Si bien algunos estudiantes parecen prosperar en el examen de última hora, está más que probado que (para la mayoría de nosotros) esta no es la mejor manera de abordar un examen. Debes aprender a administrar tu tiempo, y por ello lo mejor es que establezcas un horario para su estudio.
Escribe cuántos exámenes tienes y los días en los que tienes que hacerlos. Luego, organiza tu estudio en consecuencia. Es posible que desees dar a algunos exámenes más tiempo de estudio que a otros, así que busqa un equilibrio con el que te sientas cómodo.
Organiza tu espacio de estudio
Asegúrate de tener suficiente espacio para distribuir sus libros de texto y notas. ¿Tienes suficiente luz? ¿Tu silla es cómoda? ¿Están tus juegos de fuera de la vista? Intenta deshacerse de todas las distracciones y asegúrate de sentirse lo más cómodo y capaz de concentrarte como sea posible.
Para algunas personas, esto puede significar un silencio casi total, para otras, la música de fondo ayuda.
Algunos de nosotros necesitamos que todo esté completamente ordenado y organizado para poder concentrarnos, mientras que otros son proactivos en un ambiente más desordenado. Piensa en lo que realmente te funciona y tómate el tiempo para hacerlo bien.https://giphy.com/embed/fwxPSNMdhCEvu
Usa esquemas y diagramas
Las ayudas visuales son realmente útiles a la hora de repasar. Al comienzo de un tema, desafíate a escribir todo lo que ya sabes sobre un tema y luego resalta dónde se encuentran tus «lagunas». A medida que se acerque el examen, resume tus apuntes en esquemas de una página. Obtener tus ideas en este breve formato seguro que te ayuda a recordar rápidamente todo lo que necesitas saber durante el examen.
Practica con exámenes antiguos
Una de las formas más eficaces de prepararte para los exámenes es practicar con algunos exámenes antiguos. Esto te ayudará a acostumbrarte al formato de las preguntas y, con el tiempo, también puede ser una buena práctica para asegurarte de dedicar la cantidad de tiempo adecuada a cada sección.
Explica tus respuestas a los de tu alrededor
Los padres y los hermanos pequeños no tienen que ser tus enemigos en la época de exámenes. Aprovéchalos para sacar ventaja. Explícales la respuesta a una pregunta, y eso te ayudará a tenerlo claro en tu cabeza así como a resaltar cualquier área en la que necesites más trabajo.
Organiza grupos de estudio con amigos
Reúnete con amigos para una sesión de estudio. Es posible que tengas preguntas para las que ellos tienen la respuesta y viceversa. Siempre y cuando estéis todos concentrados en el tema durante un período de tiempo acordado, esta puede ser una de las formas más efectivas a la hora de estudiar.
Tómate descansos
Si bien lo normal es pensar que es mejor estudiar tantas horas como sea posible, en realidad puede llegar a ser contraproducente. Piénsalo, si estuvieras entrenando para un maratón, no intentarías correr las 24 horas del día.
Asimismo, diversos estudios han demostrado que para la retención a largo plazo del conocimiento, tomar descansos regulares realmente es beneficioso. Todos somos diferentes, así que desarrolla una rutina de estudio que funcione para ti. Si estudias mejor por la mañana, comienza temprano antes de tomar un descanso a la hora del almuerzo.
O, si eres más productivo por la noche, tómate un descanso más grande antes para que estés listo antes de dormir. Trata de no sentirse culpable por estar disfrutando del sol en lugar de estar hincando codos sobre tus libros de texto. Recuerda que la vitamina D es importante para un cerebro sano.
Come bien
Es posible que sientas que te has ganado comer algo que se te antoje o que no tienes tiempo para cocinar, pero lo que comes tiene un impacto muy importante en los niveles de energía y concentración, así que mantente alejado de la comida chatarra siempre que puedas.
Mantén tu cuerpo y cerebro bien alimentado. Te recomendamos algunos de los siguientes: pescado, nueces, semillas, yogur y arándanos…. ya que se ha demostrado que ayudan a la concentración y la memoria. Lo mismo para el día del examen: coma bien antes del examen, basado en alimentos que te den una liberación lenta de energía durante todo el examen. El azúcar puede parecer lo más apetitoso, pero recuerda que tu nivel de energía caerá una hora después.
Planifica el día de tu examen
Asegúrese de tener todo listo antes del examen; no lo dejes para el día anterior, que luego te darás cuenta de repente de que no sabes el camino o que vas muy pillado de tiempo. Verifica qué es todo lo que tienes que estudiar y planifica tu ruta y tiempo de estudio.
Calcula cuánto tiempo le supone estudiar todo el temario, luego agrega algo de tiempo extra (por lo general añadir un 30% del tiempo es suficiente). Esto es realmente eficaz para no sentirte agotado por perder el rumbo.
Bebe mucho agua
Como consejo final, recuerda que estar bien hidratado es fundamental para que tu cerebro funcione al máximo. Asegúrate de seguir bebiendo mucha agua durante los días finales y también el día del examen.
¡Buena suerte y sed felices!